sábado, 1 de junio de 2013

DERECHO A EQUIVOCARSE


  Faltaría más que quienes nos gobiernan y tienen que tomar decisiones no tuvieran derecho a equivocarse. El problema es que hay muchos de estos que toman decisiones, metidos en sus transatlánticos partidistas particulares, que se han acostumbrado a vivir con más errores que aciertos en sus decisiones y lo que es peor, la sensación generalizada entre nosotros, los ciudadanos, de que aquí nunca pasa nada.

   Vamos a poner un ejemplo de actualidad, la Ley de Transparencia. Para empezar a mi me inquieta el pensar que sean precisamente el PP-PSOE-CIU-PNV los que van para adelante y a favor de esta Ley. Virgencita Virgencita que me quede como estoy. Porque en mis pequeñas entendederas, a parte de mis sospechas (seguro que infundadas) de que esta ley va a ser inservible, por venir de quién viene y por lo que dicen en mi partido sobre esta Ley, pienso que si se dejan algún mínimo resquicio en el que ocultar cualquier detalle de hacía donde van los dineros públicos, lo ocultarán.
 
   Es una cuestión de actitud y como dice el  Diputado en el Congreso por UPyD Carlos Martinez Gorriarán:  “Si no hay voluntad de cumplimiento de la Ley de Transparencia, mejor es no aprobarla”.  Pienso que cada céntimo de Euro que se gaste de dinero público debe de estar a disposición de conocerlo cualquier ciudadano, sin las clásicas trabas burocráticas y aprovechemos de paso para ir modernizando un poco más la administración y que lo tengamos a varios cliks de ratón en Internet. Pero esto no será así, ya lo veréis, será una ley tan trasparente que miraremos y no veremos nada. O al menos nada que no quieran que veamos.

   Quiero dar las gracias a UPyD por poner en el debate político la transparencia, ya que tanto esto, como la regeneración democrática, la despolitización de instituciones y un largo etcétera de cuestiones que van saliendo poco a poco e irán saliendo más, las ha puesto encima de la mesa Unión Progreso y Democracia desde su fundación en 2007 hasta hoy. Son términos que ahora nos parecen habituales, pero hace 5 años nadie usaba de manera común.


viernes, 24 de mayo de 2013

¿PARTIDISTA? SI, PERO REALISTA





Desde que soy afiliado a Unión Progreso y Democracia y mi entorno personal y profesional sabe de ello, he tenido que escuchar, dirigidos hacia UPyD, los mismos ataques que se hacen a los partidos tradicionales: “todos sois iguales”, “ya veremos cuando pilléis cargos”, “luego haréis lo que los otros” etc… (Incluso me lo han dicho afiliados a estos partidos, lo que ya considero el “no va más”). Posteriormente, cuando defiendo las posiciones de nuestro partido en ciertos temas, dentro de mis humildes posibilidades y conocimientos, y explico las innumerables cuestiones que nos diferencian de estos partidos antiguos, me dicen que hablo de manera partidista, ¡¡ ¿perdón? !! Hablo desde mis ideas, las cuales muchas de ellas comparto con un UPyD, y por qué no decirlo sin rubor, hay gente más preparada que yo en este partido que hace que me sea más fácil defenderlas y expresarlas.

 ¿Eso es ser partidista? Pues entonces lo soy, pero soy realista con mis ideas, y no me avergüenzo de ellas. UPyD, a un simple afiliado de base como yo, le ha brindado la oportunidad de poder comunicar esas ideas, sin la soberbia de quién nunca se ha bajado del poder o confiando en que la rueda de la fortuna del bipartidismo (PPSOE) piensa que algún día le llegará la poltrona.
Soy realista con mi entorno, con lo que veo, con lo que vivo, con lo que el bipartidismo, que es lo único que conozco desde que tengo uso de razón, ha traído a España a día de hoy: desigualdad, tensiones entre unas zonas del país y otras (favorecidas por la mezquindad de muchos políticos con poder), paro, pobreza, ¡emigración! …Que pena.

Soy realista y aunque no llego a entender que no desciendan más en las encuestas el PPSOE con el desastre de políticas llevadas los últimos años en España, sé que llegará el día en que prescindamos de esta casta política sin más actitud que el beneficio de su propio partido.

Soy realista porque se que acabaremos con los privilegios políticos, sus corruptelas, y haremos de la transparencia política una condición inexcusable a todos y cada uno de los que cobren un sueldo público elegido en las urnas.

Por todo esto si soy partidista, soy de UPyD.